sábado, 20 de junio de 2009

DESPISTE


Si nos fijamos nos daremos cuenta de como somos de costumbres fijas, nos habituamos a hacer siempre las mismas cosas, sin apenas darnos cuenta podemos pasar la mañana haciendo nuestro trabajo habitual y con el pensamiento en algo totalmente distinto, sin ir más lejos hoy cuando eran las dos menos cuarto, me encontraba en la cola del mercadona cercano a casa esperando mi turno, cuando suena mi móvil.


-Mama donde estás? y qué te falta?


-Prepara la mesa que en diez minutos estoy ahí


Después de algo más de media hora el teléfono suena otra vez


-Mamá ¿que te falta? que tengo hambre


La mamá ya había hecho casi treinta kilómetros en dirección a su antigua casa.















3 comentarios:

Lena yau dijo...

JAJAJAJAJAJAJAJA!

Esta Mamá....se me parece conmigo...jajajajaja!

Besos, Guapa!

Nerina Thomas dijo...

Debo confesar que he vivido esta situación alguna vez.
Somos humanos y la mente - a veces - está en otro sitio, no donde estamos fisicamente.
Te llevo en mi corazón.

Anónimo dijo...

Es normal. Como dices, somos seres de costumbres. Mucho ánimo y a disfrutar ahora del verano. Lo mereces. Te deseo lo mejor. Cuídate. Besos.