
Si nos fijamos nos daremos cuenta de como somos de costumbres fijas, nos habituamos a hacer siempre las mismas cosas, sin apenas darnos cuenta podemos pasar la mañana haciendo nuestro trabajo habitual y con el pensamiento en algo totalmente distinto, sin ir más lejos hoy cuando eran las dos menos cuarto, me encontraba en la cola del mercadona cercano a casa esperando mi turno, cuando suena mi móvil.
-Mama donde estás? y qué te falta?
-Prepara la mesa que en diez minutos estoy ahí
Después de algo más de media hora el teléfono suena otra vez
-Mamá ¿que te falta? que tengo hambre
La mamá ya había hecho casi treinta kilómetros en dirección a su antigua casa.
3 comentarios:
JAJAJAJAJAJAJAJA!
Esta Mamá....se me parece conmigo...jajajajaja!
Besos, Guapa!
Debo confesar que he vivido esta situación alguna vez.
Somos humanos y la mente - a veces - está en otro sitio, no donde estamos fisicamente.
Te llevo en mi corazón.
Es normal. Como dices, somos seres de costumbres. Mucho ánimo y a disfrutar ahora del verano. Lo mereces. Te deseo lo mejor. Cuídate. Besos.
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