Jueves , diez y media de la noche , un semáforo en rojo, me llama la atención una niña que sonríe con cara de pillina en el asiento trasero del coche de mi derecha y me enseña insistente su dedo índice.
Dice que tiene un añito?, le digo a mi sobrina, que me acompaña tomándose una coca cola.
Creo que son dos, me replica.
Pues sí la mama que la lleva en brazos, asoma su cara para poder ver mejor mi expresión y ayuda a la niña a colocar sus deditos, mientras ella misma me enseña su puño con el dedo índice y el meñique alzados, así, así , así tienes que ponerlos.
Y el caso es que tenían buena pinta .
Está claro que la pinta no tiene nada en común con la educación.
La felicidad en ella
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Su rostro de recién despierta
muestra el impacto que le dio
descubrir en su hábitat la llegada
de Rocky, la mascota nueva.
Sonreían hasta sus ojos
mie...
Hace 2 años
1 comentario:
Hola!!! Llevaba tiempo sin pasarme por aquí por ya he hecho los deberes y me he leído todas las entradas! Un beso.
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